Hipócrates...

"Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina sea tu alimento."

martes, 2 de febrero de 2010

La Miel

Miel no apta para menores de 12 meses:

La miel (al igual que otros endulzantes) puede ser también extremadamente peligrosa para los bebés. Esto se debe a que al mezclarse con los jugos digestivos no ácidos del niño, se crea un ambiente ideal para el crecimiento de las esporas Clostridium botulinum, que producen toxinas. Las esporas del botulismo son de las pocas bacterias que sobreviven en la miel, pero se encuentran también ampliamente presentes en el medio ambiente. Aunque dichas esporas son inofensivas para los adultos, debido a su acidez estomacal, el sistema digestivo de los niños pequeños no se halla lo suficientemente desarrollado para destruirlas, por lo que las esporas pueden potencialmente causar botulismo infantil. Por esta razón se aconseja no alimentar con miel ni ningún otro endulzante a los niños menores de 12 meses.

La miel como remedio:

La miel tiene muchas propiedades terapéuticas (Havsteen 2002). Se puede usar externamente debido a sus propiedades antimicrobianas y antisépticas. Así, la miel ayuda a cicatrizar y a prevenir infecciones en heridas o quemaduras superficiales. También es utilizada en cosmética (cremas, mascarillas de limpieza facial, tónicos, etcétera) debido a sus cualidades astringentes y suavizantes.

Los componentes más usuales de la miel se muestran en la siguiente tabla:


Componente

Rango

Contenido típico

Agua

14 – 22 %

18%

Fructosa

28 – 44 %

38%

Glucosa

22 – 40 %

31%

Sacarosa

0,2 – 7 %

1%

Maltosa

2 – 16 %

7,5%

Otros azúcares

0,1 – 8 %

5%

Proteínas y aminoácidos

0,2 – 2 %

Vitaminas, enzimas, hormonas, ácidos orgánicos y otros

0,5 – 1 %

Minerales

0,5 – 1,5 %

Cenizas

0,2 – 1 %



La humedad es un componente fundamental para la conservación de la miel. Mientras el porcentaje de humedad permanezca por debajo de 18% nada podrá crecer en ella. Por encima de ese valor pueden aparecer procesos fermentativos.


El contenido en minerales es muy pequeño. Los más frecuentes son calcio, cobre, hierro, magnesio, manganeso, zinc, fósforo y potasio. Están presentes también alrededor de la mitad de los aminoácidos existentes, ácidos orgánicos (ácido acético, ácido cítrico, entre otros) y vitaminas del complejo B, vitamina C, D y E. La miel posee también una variedad considerable de antioxidantes (flavonoides y fenólicos).

Para las chicas

Miel para el cuidado del cabello:
Para nutrir e hidratar, aplique una taza de miel sobre el cabello húmedo. Puede combinarla con aceite de oliva. Distribuya la preparación con suaves masajes para que los ingredientes penetren en el cuero cabelludo, coloque un gorro plástico y deje actuar por 20 minutos. Enjuague con agua tibia y luego lave y acondicione su cabello.


Efecto rejuvenecedor:
Para prevenir las líneas de expresión y los poros dilatados, mezcle una cucharada de miel con una de jugo de limón y extienda sobre la piel de la cara y el cuello con suaves masajes. Deje actuar por 20 minutos y enjuague con un algodón empapado en agua tibia. La piel se verá más clara y tersa.

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