Hipócrates...

"Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina sea tu alimento."

martes, 2 de febrero de 2010

El Ajo


Ayuda a la circulación

El ajo mejora la actividad cardiovascular, puede aminorar los niveles de colesterol y de los triglicéridos en la sangre y desacelera la velocidad de coagulación. Además, posee excelentes propiedades antioxidantes.

Remedio contra la presión alta

Es uno de los remedios más efectivos para aminorar la presión sanguínea. La presión y tensión disminuyen con el consumo de ajo, esto permite aliviar los espasmos arteriales. También desacelera el ritmo cardíaco, aligerando síntomas como mareos y dificultad para respirar.


Una herramienta para prevenir el cáncer

Estudios demográficos demuestran que en las zonas donde más se consume ajo, reducen considerablemente el riesgo de padecer cáncer de esófago y de estómago. Otras investigaciones realizadas en animales, demuestran que algunos compuestos de azufre del ajo inhiben el crecimiento de algunos tipos de cáncer como por ejemplo el de mama.


Regula los desórdenes digestivos

Es uno de los alimentos más beneficiosos para el sistema digestivo, pues ayuda a la eliminación de toxinas del cuerpo, estimula la acción peristáltica y la secreción de jugos gástricos. Los dientes de ajos triturados con agua o con leche pueden mejorar los desórdenes en la digestión, colitis y trastornos intestinales.


Limpia y cicatriza la piel

El ajo también ha sido utilizado exitosamente para mejorar algunos problemas en la piel, como el acné. Al frotar un ajo contra las cicatrices producidas por los granos, mejora notablemente la cicatrización. Además, el uso externo del ajo ayuda a limpiar la piel de espinillas y puntos negros.


Cómelo sin temor al mal aliento

Los profesionales de la salud, recomiendan tomar uno o dos dientes de ajo cada dia. Este puede consumirse crudo, machacado, cocido, asado, en cápsulas o tabletas, en bebidas o preparados. Si lo que te preocupa es el mal aliento que produce, puedes combatirlo masticando hojas frescas de perejil, menta fresca o apio y luego enjuagándote la boca con un poco de agua y unas gotas de limón. Las infusiones de eucalipto, romero o manzanilla también pueden ayudarte a perfumar tu aliento. De esta manera, podrás beneficiarte de todas las propiedades terapéuticas del ajo sin ningún inconveniente.

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